La realidad nos enseña que al 71% de los niños entre 12 y 15 años y el 40% de los niños entre 8 y 12 años se les permite llevar su smartphone a la cama.
En muchos estudios, los niños y adolescentes que pasan más tiempo frente a la pantalla de los smartphones, dispositivos portátiles, etc., duermen menos. Eso podría ser porque pasan tanto tiempo ocupados con sus aparatos que les priva de horas de sueño. Pero también hay una razón fisiológica. La luz azul emitida por las pantallas electrónicas engaña a nuestros cerebros para que piensen que todavía es de día, y entonces no producimos suficiente melatonina, la hormona del sueño, para dormir rápidamente y obtener un sueño de alta calidad.
Los smartphones deben permanecer fuera de la habitación después de la hora de apagar las luces. Tampoco es una gran idea usar los dispositivos una hora antes de dormir, ya que su luz azul influye en la capacidad del cerebro para producir melatonina.
Blabloo, el primer smartphone para niños, facilita que ayudan a los padres a gestionar el primer smartphone de sus hijos de manera segura, fácil y sin tensiones.
*Fuente: Informe Ofcom 2019